Día nueve, lucha contra la rutina

Hola a todos, Dado que el propósito de este viaje era, y es, profesional, la rutina de la oficina se apodera de mi y comienzo a notar síntomas de dejadez. Así que, para luchar contra este enemigo acabo de comprar, on-line, mi primera entrada de teatro londinense. En realidad pensaba ir a comprarla a Leicester Square, donde hay puestos de venta de entradas a buenos precios. Pero como en Internet también hay sitios de esos y estaba lloviendo he decidido venirme a casa. El caso es que el Jueves, a las 19:30, voy a ver El violinista en el Tejado. Ya os contaré. Otro ejercicio que pretendo hacer para no caer en la desidia esa tan absoluta que me caracteriza será aprovechar estos días-de-no-hacer-nada-interesante para contar aquí pequeñas anécdotas o detalles que haya podido dejarme atrás en otras entradas. Para empezar quería contaros que todos los días viene a la oficina un pedido bastante grande de fruta para todos los empleados. Plátanos, manzanas, mandarinas, uvas, blueberries (ver foto), moras, fresas... así que estoy comiendo por lo menos tres piezas de fruta al día. Así compenso un poco el resto de mi alimentación, que se basa en el fast-food y en las comidas precocinadas del supermercado (ya no vuelvo a decir Tesco nunca más, prometido). Mañana otra anécdota tonta, ahora a descansar. Buenas noches.